por GUILLERMO YAÑEZ
Nos
acecha el cristal. Si entre las cuatro
paredes
de la alcoba hay un espejo,
ya
no estoy solo. Hay otro. Hay el reflejo
que
arma en el alba un sigiloso teatro.
Borges
Refugio lleno de magia, sabiduría,
Cálida, armónica, que te arrincona
situándote en una locación real o de utopía.
Ya no estás solo, aunque te des la vuelta
y detrás de ti solo viento pase.
Siempre tu sombra con vos.
Siempre fiel.
Por más nublado sin cesar te
asienta.
Incansablemente la superpones a tu suela
de noche luminosa o a oscuras.
Nunca solo estarás.
Será el karma, el tarot, el destino,
o lo que se considera filosofía de vida,
pero lo que no podrás controlar
ni manejar será tu hemisferio derecho.
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